Mi experiencia con H.P Lovecraft comenzó -por así
decirlo- por la puerta trasera. Mi primer contacto con su cosmología
fue a través del juego de rol La Llamada de Chtulhu a principios de los años 90. La impresión fue buena
aunque no era exactamente el tipo de juego que prefería.
Una impresión que me hizo estar atento a conversaciones de
amigos que eran fans de la obra de Lovecraft.
Más adelante, un buen amigo me dejó Los Mitos
de Chtulhu, una obra que combinaba relatos del mismo Lovecraft
con otros de sucesores suyos y que daba una visión global
de parte de la mitología creada por este autor. Allí
descubrí realmente que la cosmología creada por Lovecraft
era compleja i vasta, mucho más de lo que parecía
en un principio y las ganas para saber más sobre los mitos
aumentaron, pero finalmente me dedicaría a leer en otras
direcciones durante bastante tiempo.
Han debido de pasar 6 o 7 años desde entonces, y ahora finalmente
re vuelto al universo oscuro, blasfemo y retorcido que creó
Lovecraft en los años 20 -y principios de los 30- y donde
derramó toda su energía para recrear el terror más
absoluto que la mente del hombre puede imaginar: El terror de la
insinuación, de lo desconocido, de la locura.
No soy una gran entendido en Lovecraft pero sí que puedo
empezar a dar unas pinceladas del estilo que utiliza después
de haber leído este volumen y de recordar los cuentos pasados:
Falta total de diálogos, preferencia por los relatos en primera
persona, narrativa descriptiva hasta el último detalle con
una utilización magnífica de adjetivos y con una prosa
retorcida pero fantástica
todo ello para insinuarnos
más mostrarnos, para provocar que nuestra imaginación
trabaje sola para proporcionarnos las sensaciones que crea más
oportunas y que normalmente tienden a ser curiosidad, tensión
y finalmente terror
Este volumen está compuesto por dos novelas escritas a principios
de los años 30: El que susurra en la oscuridad y En
las montañas de la locura. Las dos comparten una visión
científica común -aunque en diferente escala- sobre
la explicación de algunos de los mitos, cosa que puede que
contraste más con otros cuentos donde me atrevería
a decir que intervenía más el tono fantástico.
Definitivamente, parece que el terror cósmico de Lovecraft
se decante más hacia la ciencia ficción que hacia
la fantasía.
En El que susurra en la oscuridad nos encontramos ante un
contexto rural donde después de unas riadas han aparecido
algunos cuerpos de forma desconocida y arrastrados por el agua.
Esto da pie a un debate entre intelectuales sobre la naturaleza
de estos seres y aun intercambio de cartas donde el autor te va
descubriendo poco c poco el origen del terror. Una novela corta,
precisa y bastante dinámica con un final algo apresurado
pero cumplidor y con momentos memorables. Aquí Lovecraft
vuelve a demostrar que es un maestro de la insinuación ofreciendo
a nuestra mente la posibilidad de imaginar mil y una vez situaciones
con las que no nos gustaría encontrarnos.
En las montañas de la locura es una obra más
vasta y ambiciosa. Una expedición científica a la
Antártida es la excusa de Lovecraft para hacer visualizar
a los protagonistas el pasado real de la Tierra, sobre los seres
que la poblaron y sobre el terror que provocarías si volviesen.
Parece una novela que intenta ligar la cosmología creada
por el autor. Pero esto solo es una especulación mía,
pues no he leído lo suficiente de él como para afirmarlo
categóricamente.
En la obra se entrevé la admiración de Lovecraft
por Poe, pues las referencias hacia este autor son constantes. Es
una novela oscura, lenta, donde el autor intenta muestra mucha información
en pocas páginas mientras en cambio describe de forma excepcional
y larga los parajes que recorren y los descubrimientos que realizan
los protagonistas. Parece que invente adjetivos para que encajen
tan bien en las descripciones. Pero este continum descriptivo hace
ralentir la lectura y rebaja la tensión -excepto en momentos
puntuales-. Una novela que no deja de ser una lección ultrarrápida
de historia antigua y de terrores ocultos pero demasiado larga a
mi entender.
En definitiva, espero no tardar tanto tiempo antes de volver a
introducirme en el terror cósmico de Lovecraft. Vale la pena
de vez en cuando envolverse en el Áurea de misterio, fascinación
y terror del maestro de la insinuación.
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